Busco al hombre
Paradógicamente, hoy día se entiende que una persona tiene "Síndrome de Diógenes" cuando acumula cosas inservibles en su domicilio.
Alguien de la Antigüedad dijo que Diógenes el Cínico clamaba repetidamente que los dioses han concedido a los hombres fáciles medios de vida, pero que sin embargo los han ocultado a los ojos humanos. Él se propuso hacer ver a los hombres de su tiempo esos fáciles medios de vida, ya que el hombre siempre tiene al alcance de la mano lo que necesita para ser feliz, siempre y cuando sepa cuáles son las exigencias reales de su naturaleza.
La mirada de Diógenes es la mirada de alguien que escruta en la sociedad vestigios de cordura racional, sin dejarse llevar por la vorágine consumista. Él echaba en cara a los hombres de su tiempo el rendirse a las comodidades del progreso y olvidarse de su naturaleza real. Vivir sin metas, sin las condiciones que imponen las comodidades, es vivir realmente en libertad.
La mirada de Diógenes es, más allá del filósofo, una visión crítica de una sociedad adormecida, languidecida entre los algodones consumistas del progreso, una sociedad infantilizada, incapaz de afrontar sus propias responsabilidades dejándolas en manos de políticos demagogos, dentro de un sistema demagógico, corrompido y falseado.
Diógenes se convirtió en un mendigo, en un esclavo de su propia filosofía, que llevó hasta sus últimas consecuencias. Sólo necesitó un tonel donde dormir y una alforja donde guardar su comida. Pero, ¿y su sociedad?, ¿no era esclava del afán de poder, notoriedad y dinero?, y ¿no son los mismos motivos por los que hoy las personas condenan sus vidas y se esclavizan ante la poderosa maquinaria de consumo que es nuestra sociedad?