Otro ladrillo en el muro. Todos somos un ladrillo en un muro frío sin posibilidad de hacer otra cosa que formar parte de él. Qué vigente sigue estando este mítico tema de Pink Floyd. Por entonces protestaban por la durísima disciplina que existía en la educación británica y la manera con que se alienaban a los alumnos. Era una crítica dura y transguesora hacia la sociedad anglosajona, encorsetada y con muy poco margen para la libre expresión.
Pero, en lugar de los alumnos, pensemos que es nuestra sociedad actual; en lugar de los profesores, pensemos que son nuestros gobernantes; en lugar de la mujer del profesor, pongamos que son los mercados financieros; en lugar de la poesía, pongamos que son los derechos civiles; en lugar de los alumnos cayendo en fila en el picadero de carne, pensemos en la alienación de la sociedad; en lugar de la pequeña rebelión escolar, pongamos que hablamos de una revolución ciudadana. Si hacemos este ejercicio mental, entonces se nos pondrán los pelos de punta el ver este vídeo: Los gobernantes dispuestos a mantener sobre nosotros un rígido control, permitiendo cada vez menos derechos. Una gran parte de la ciudadanía que guarda con mucho celo sus derechos civiles, que le son arrebatados por estos. Los mercados que recriminan una y otra vez a los gobernantes porque no son aplicados. Parte de la ciudadanía humillada porque pretende defender unos derechos, mientras que la otra parte se ríe de ella y la señala con el dedo. La ciudadanía convertida en objetos consumidores no pensantes dispuestos a ser usados y destrozados por gobernantes y mercados financieros. La ciudadanía que, harta de aguantar, se subleva contra la tiranía de sus dirigentes. Pero no se asuste el lector, al final, todo es imaginación del niño... ¿o no?.
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