lunes, 22 de abril de 2013
Los políticos: el reflejo de la sociedad
Estos días atrás he asistido al penoso espectáculo de un político dando una nueva patada a la historia y a la inteligencia humana. Me resulta difícil llamar señor o señora a alguien que compara unas manifestaciones reclamando mejoras (sean de la naturaleza que sean) para la sociedad con las atrocidades que llevó a cabo el nazismo en Alemania y fuera del país "deutón". Por eso prefiero llamarla sencillamente María Dolores, aunque quizás fuera mejor llamarla simplemente Dolores, para ajustarse mejor a lo que produce en unos oídos sanos sus palabras cargadas de ignorancia y veneno. No me voy a detener a rebatir esta comparación, porque el lector de estas letras tendrá más que claro en qué consistió la barbarie del nazismo, las víctimas que se llevó por delante y los medios que usaban, tanto para la ejecución final como para la represión en el día a día en las ciudades. También sabrá el lector qué significa una manifestación dentro de una democracia como la española, en los tiempos que corren. A donde quiero ir es a lo que significa que una persona que representa a un país, como miembro de su gobierno, muestre tal insensibilidad, ignorancia, simplismo, falta de escrúpulos, provincianismo, falta de respeto por hechos acaecidos en otros países, etc, etc. El decir que unas determinadas manifestaciones de personas reivindicando mejoras que consideran justas, por muy violentas que sean (que no lo son) son comparables al nazismo, además de todo lo dicho, deja entrever cosas aún más graves. Lo malo no es que una persona demuestre ser imbécil o que sea una vulgar ignorante (aunque tenga alguna diplomatura o licenciatura universitaria), sino que esa persona ha sido votada por una gran mayoría de los españoles. No solamente eso, sino que actúa así porque sabe que siempre, de lo que se dice, algo queda en el inconsciente del pueblo. Da igual que sea mentira, o que sea una barbaridad, sabe que a base de repetir las cosas, el populacho inculto va a creer que algo de verdad hay, porque si no, no lo repetirían tanto estas "respetables personas que tanto dinero tienen y a las que tanto me quiero parecer" (que pensaría uno de estos ignorantes infelices). ¿Cuál es la media intelectual que tiene la sociedad española para que tengamos unos políticos así?, y ya no lo digo por esta mujer, sino por todos los que se comportan como ella, bien sea por ignorancia o por el deseo de confundir o calumniar, si total, saben que en España sale gratis hacer afirmaciones de esta naturaleza. Da igual el color político, el caso es que, no hay más que oir y ver: la clase política que tenemos da pena. Pensar que estos políticos son los que nos representan da más pena todavía, y pensar que algunos de ellos son los que llevan las riendas de este país, con todo lo que ello representa, no es que de pena, da miedo. Efectivamente, da miedo: una persona que dice este tipo de cosas, ¿qué escala de valores tiene?, ¿por quién nos toma?. La respuesta a estas preguntas, con lo ya expuesto, se puede suponer ya: no tienen valores (son amorales); y nos toman por tontos. Piensan que una sociedad que les vota una y otra vez con todas las barbaridades que han hecho y que han dicho (repasar hemeroteca) no les merece respeto. Por eso, nuestros políticos son nuestro propio reflejo. Los defectos de los políticos son los propios defectos de nuestra sociedad. Y lo peor, en muchos casos (afortunadamente no todos), la escala de valores de políticos y personas de a pie coincide. Si aquellos no tienen valores éticos, ¿será porque nosotros no los tenemos y por tanto no se los exigimos?.