sábado, 23 de marzo de 2013

Facebook o el muro de las vanidades

     Hoy día, quien no esté enganchado en las redes sociales virtuales, no existe para los demás. No seré yo quien arremeta contra esta manera de informarse o relacionarse, que por otra parte, ofrece un gran espectro de posibilidades. Pero me hace gracia, por qué no decirlo, cómo muchos de los usuarios aparecen en sus muros de facebook, dando una imagen totalmente distinta de la que en realidad son. En esto se podría hacer todo un ensayo de psicología, y es que, de la misma manera que no hay nada mejor que jugar a un deporte colectivo para conocer a tus compañeros y rivales, algo similar ocurre con los perfiles de facebook. Como dice el título, facebook es toda una apología de las vanidades humanas, desde el que usa su muro en la creencia de que tiene un batallón de fans al otro lado esperando ansiosos que cuelgue sus últimas fotos, al que colecciona amigos, da igual para qué, pero lo importante que vayan sumando para poder decir "yo tengo 1.579 amigos", y en realidad está pensando "es que a un tipo como yo le llueven los amigos, no como tú, que sólo tienes 20".
     Hay de todo en esto del facebook, y es verdad que, a poco que observes, te das cuenta de quién es el macho "alfa" de un grupo (o quién juega a serlo), y quién está ansioso por mendigar palabras amables de estos machos, o hembras, si bien suelen ser machos los que juegan a ser "figuras-estelares-que-nadie-en-su-sano-juicio-dejaría-de-seguirlos-porque-son-muy-brillantes".
     Y yo digo, con perdón, a mí que co... me importa las cosas que sabes hacer, claro que sabrás hacer cosas, porque ya eres mayorcito, yo también sé hacer cosas y no se me ocurre mostrarlas en el facebook como si fuera un escaparate resplandeciente donde se muestran, como si de una feria se tratara, quimeras y cosas maravillosas. Además, esa forma de expresarte llena de euforia, como si estuvieras de copas todo el día, pero por favor, si tienes y pico de años, ¿a quién quieres engañar?

    Hay otro patrón que se repite insistentemente y es el que colecciona amigos. De repente te llega un aviso de que fulanito (o fulanita), que no lo has visto en tu pu... vida, y ni lo verás, te pide amistad, y no creas que es porque le haya gustado tu facebook, sino porque como eres amigo de su amigo pues por eso quiere pedirte amistad, para sumarte a su "super lista guay de gente super guapa que mola mogollón", y encima algunos hasta te piden tu fecha de cumpleaños (que no la pones en el facebook porque no te da la gana), ¿para qué la querrán, para tener otra colección, ahora de cumpleaños?¿no será para felicitarme?... pero si no me conoce de "ná", vamos vamos.
     En fin, como dijo el otro, este mundo está loco, y lo que lees en el facebook es un claro síntoma.
     Hay otra obsesión, y es la de colgar frases hechas con la firma del que supuestamente la dijo o escribió en algún momento. Salvo honrosas excepciones, son concluyentes sobre la persona que las ha colgado, dejando el listón muy bajito. Pienso yo que no es necesario enmarcar una frase para darle más trascendencia, ni utilizar la frase de algún pensador, político, etc., si lo que quieres decir lo puedes decir con tus propias palabras. Y es que algunos se hacen transparentes en el facebook: se les ve el plumero, vamos, que se les caza rápidamente. No son capaces de razonar, sólo copiar y pegar frases de otros que sí pensaron en su momento. Llega un momento que las noticias del facebook parecen una procesión de carteles ingeniosos, una cómoda manifestación de ideas alquiladas que sirven para rellenar el profundo vacío de la mente del que las copia.

     Como generalizar es siempre equivocarse, porque no todos nos comportamos bajo un mismo patrón, he de decir que hay, afortunadamente, muchas y honrosas excepciones a estas normas, porque aunque hasta el rabo todo es toro, no es oro todo lo que reluce, ni todo el monte es orégano. En fin, que toda la vida no es facebook, y facebook, facebook es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario