jueves, 1 de noviembre de 2012

Sentir quisiera

Sentir quisiera



Sentir quisiera
que poder tengo.
Sentir y morir,
morir si debo.
Sentir que estoy
de todo muy lejos.
Sentir que vivo,
sentir lo que no tengo.
De mi mano caen
chorros de cielo,
y por mis venas
pasan crueles y enhiestos
todos los fracasos
que apenas ahora recuerdo.
De los puños cerrados
resbala, tímido y suelto,
un poco de mi ser
que engañar pudo al tiempo.
Sentir quisiera
de sentirme dentro.
Soñar y vivir,
vivir sí debo,
que transpiro vida
y muerte entre los dedos.
Quiero ver y oir
todo aquello
impasible y perenne,
todo lo duradero,
todo lo que reluzca
y todo lo bello.
Todo lo que termine
y lo que huela a nuevo.
Quiero coger algo,
cogerlo con deseo,
deseo de saber,
deseo de conocerlo.
Quisiera cerrar los ojos,
cerrarlos al viento,
sentir que lloran,
llorar como sólo sabe el recuerdo.
Quisiera cerrar la puerta
y creer en todo lo eterno.
Quisiera hablarle al aire
y decirle qué poco es lo que debo.
Quisiera llamar a esa tumba
y llorar por todo el devenir del tiempo,
por todo lo rápido que fue
y porque todo sea ahora lento,
lento como el anochecer,
y lento como un entierro,
con su féretro y su música,
con su llanto y con su muerto.
Quisiera cerrar la puerta,
cerrarla a lo incierto,
a lo que perece y pasa,
a lo que deja el resto.
Quisiera cerrar esa puerta,
abrir la mano y nacer luego.
Quisiera sentir
que vivir debo,
y no deber fingir
lo que vivir no puedo,
que ignoro saber morir,
y deber vivir desmerezco.
Sentir quisiera
que poder tengo.
Sentir y morir,
morir si debo.

J.G.D. (6/11/96)

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